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Sobre el origen y las señales de las disculpas

Foto del escritor: carolinagamboa3carolinagamboa3

Por: Carolina Gamboa de Ghiretti


El mito de Adán y Eva nos da algunas luces acerca del origen de las disculpas. Cuando Dios cuestiona a Adán sobre haber comido del árbol prohibido, su respuesta es que Eva le dió de comer. A su vez, cuando Dios le pregunta a Eva acerca de lo que había hecho, ella culpa a la serpiente argumentando que la había engañado.


En ninguno de los casos aceptan su responsabilidad, por el contrario, buscan una excusa para justificar su indebido accionar a los ojos de Dios y con esto aparece el concepto de la culpa, y peor aún, el de la vergüenza.


Desde el punto de vista evolutivo, las disculpas pueden haber emergido como un mecanismo para pertenecer al grupo. Cuando un acción indebida, como la de Adán y Eva, pone en riesgo el pertenecer al clan o a la tribu, las disculpas "genuinas o no" pueden hacer la diferencia entre sobrevivir o morir.


En este mismo sentido, las disculpas pueden ser un mecanismo de defensa que de forma contradictoria protegen a la persona de exponerse a amenazas percibidas pero al mismo tiempo, limitan su posibilidad de evolucionar. Quizás también han existido para desarrollar en el cerebro las capacidades de argumentación, pero no necesariamente han contribuido a que las personas asuman la responsabilidad de sus pensamientos, emociones y comportamientos.


Las disculpas tienen una alta carga emocional puesto que, si son genuinas, manifiestan la aceptación de un error lo cual puede generar sentimientos de culpa, arrepentimiento y justicia. Cuando no lo son, puede aparecer el miedo a asumir la verdad, aceptar sus consecuencias y el potencial rechazo que esto puede implicar. Al ponerse en riesgo la identidad, la vergüenza paraliza la razón por cuanto la fuente del error deja de ser externa y es la persona misma el error.


Existen creencias y modelos mentales basados en las disculpas. Están presentes en religiones, partidos políticos, culturas organizacionales, comunidades y familias. Un ejemplo de ello es la victimización. A través de los sesgos cognitivos la víctima genera excusas para continuar siendo víctima, así como el pecador encuentras disculpas para pecar. En las organizaciones las disculpas y excusas tienen varias manifestaciones, siendo las más comunes las que comienzan por "es que...":


- Es que...estoy esperando que me digan que hacer.

- Es que...no veo como esto me beneficia.

- Es que...de pronto no me van a reconocer por hacer este trabajo.

- Es que...no me entienden.


Desde la perspectiva del comportamiento, las excusas se manifiestan como procastinación cuando justifican la falta de acción frente a un objetivo; como aislamiento cuando justifican una creencia de no pertenecer, falta de diversidad o apertura cuando justifican el miedo al cambio, autoritarismo cuando justifican la necesidad de controlar, etc.


Les dejo con un meme para que se pregunten acerca de cuáles son sus disculpas.










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