Stepen Karpman es reconocido por el diseño del triángulo del drama que modela los diferentes conflictos que surgen entre personas que adoptan una de tres "personalidades": la víctima, el perseguidor y el salvador. Llegué a investigar sobre este modelo, por un libro llamado "Conflict without casualties" escrito por Nate Regier.
Uno de los insights acerca del libro que quiero compartir en este artículo es cómo propone un mecanismo para resolver las dinámicas que perpetúan las relaciones dramáticas entre personas, nutridas de lo que el autor define como "self-justification" o auto justificación.
Me conecta profundamente este planeamiento porque uno de los patrones de comportamiento y pensamiento con los que he tenido que lidiar en mi vida ha sido el de la víctima. En este rol de personalidad, la creencia de que los demás saben más, son mejores que uno o merecen más de lo que uno merece, se ven reflejadas en comportamientos como la sobre adaptación, la duda y el aislamiento. El mito en el que de forma consciente o inconsciente se soporta este rol es que los demás tienen el poder de hacernos sentir emocionalmente bien o mal al rescatarnos o al atacarnos. La víctima, por lo tanto, se hace dependiente de quien la rescata o de quien la ataca.
Es interesante la manera como la justificacion, o lo que yo llamo las disculpas, son el mecanismo interno con el que se fortalece el rol. Un ejemplo es cuando justificamos el no actuar por el miedo a fracasar o tener éxito. En ambos casos el perseguidor puede atacarnos por lograr algo que ellos no han logrado o que no les parece lo suficientemente bueno o el rescatista puede juzgar nuestro éxito o ser condescendiente con nuestro fracaso. El problema deja de ser el logro o el desafío, sino las relaciones personales que lo acompañan. Este tipo de relacionamiento personal genera un drama interno y externo que se materializa en la forma de conflicto.
Lo que he encontrado más valioso del libro es que propone que la compasión, acompañada de "accountability", es una estratega poderosa para transformar el conflicto y salir de los ciclos perversos de las discupas y la dependencia. En el próximo artículo exploraré con mayor profundidad la estrategia pero por ahora invito al lector a que explore cuál podría ser su rol preponderante en sus relaciones personales:
Tomado del libro: Conflict without casualties.
PERSEGUIDOR: Creen que los demás no están en lo correcto o son menos. Usan la tiranía, el ataque, la manipulación y la intimidacion como comportamientos que son justificados por el mito de que puede hacer sentir mal a las personas. Las emociones que proyectan son la arrogancia, frustración y la ira, entre otros.
VÍCTIMA: Creen que los demás estan en lo correcto o bien, pero ellos no. La sobre adaptación, el aislamiento, la falta de asertividad asertividad y la duda, entre otros, son los comportamientos que justifican bajo el mito de que los demás los pueden hacer sentir bien al rescatarlos, o mal al atacarlos o acusarlos. Las emociones que proyectan son la tristeza, la insignificancia y el miedo.
SALVADOR: Creen que están bien y que los demás deben aceptar su ayuda si también quieren estar bien. Comportamientos como dar consejos no solicitados, limitar la ayuda para hacer que los demas se "fortalezcan" y el amor "duro" se justifican bajo el mito de que ellos, al saber mejor, necesitan ayudar a los demás. Al ayudar a los demás, consiguen lo que ellos quieren. Las emociones que proyectan son la superioridad y la magnificencia.
#triángulodeldrama #conflictos #relacionesconflictivas #comunicaciontransformativa #compasión #conflictwithoutcasualties #inteligenciaemocional
Comments